La invención de la pólvora
Ricardo Lagos parece haber descubierto la pólvora: que TVN manipula la información. Hace un par de semanas se enteró que El Mercurio era un club –una tribu, dijo- que servía sólo a sus intereses. Lagos, ¿o nos toma el pelo o vive en Marte? Cualquier chileno más o menos informado y enterado de lo que pasa por estas latitudes sabe que estos medios inventan su propia realidad. Ver TVN u otro canal, leer El Mercurio o La Tercera es entrar en un terreno de ficción… política, cultural, ideológica: un territorio tercermundista elevado a la categoría de paraíso no reconocido.
En julio escribí –no es bueno citarse a sí mismo, pero las circunstancias obligan- que la televisión pública, TVN, “ ha pasado a ser la televisión popular, concepto, por cierto muy noble, que más se acerca al marketing que a la política –que hoy parecen ser lo mismo- o a la sociología. El acercamiento lo ha venido haciendo en el entretenimiento, desde las teleseries, series y los espacios de conversación con figuras del espectáculo, pero también lo hace el periodismo de reportajes e investigación, que ha ingresado en un terreno híbrido que fusiona la ficción dramatizada con la información. El siguiente paso, un poco más atrás y hasta muy poco tiempo aún vacilante, está destinado a los informativos. Aquel género espurio comienza a penetrar lo que otrora era el espacio para la información dura”.
“El informativo central de TVN, 24 Horas, ha devenido en un espacio que en la prensa escrita nacional halla sus referentes en La Cuarta o en Las Ultimas Noticias. Un espacio informativo audiovisual que se transparenta a sí mismo en su necesidad de adaptar su programación, aunque ésta sea informativa, a los intereses o la falta de intereses de la audiencia”.
“Pese a tener a dos de los periodistas más competentes de la televisión como conductores, la modificación en los contenidos y en el formato de estos contenidos ha sido demasiado evidente desde el cambio de editor jefe, hace unos pocos meses. El resultado, o el elaborado producto, es un continuo de casos policiales, dramas personales, algo de información institucional, y cosas raras, como enfermedades exóticas o historias de fantasmas. Entre tan exuberante material aparecen, en constreñidos y fugaces bloques, noticias supuestamente irrelevantes para TVN, como reformas constitucionales.. Que nadie diga que TVN no cubre la información política”.
Lagos parece que no veía televisión –estaba muy ocupado- antes de la campaña electoral. Su nuevo arrebato contra TVN y el resto de los canales es tan inútil como su pataleta ante (su amigo) Agustín Edwards.