Protección a todo evento
La fruición por la privacidad que tiene el Poder Judicial, es el resguardo de la privacidad del poder y los poderosos. Al desaforar al senador Nelson Avila, además de enviar una nueva señal al mismo poder legislativo y sus facultades fiscalizadoras y, por cierto, a la prensa - “Cuidado con invadir el terreno privado, aquello es vil espionaje”- coloca un enorme muro de protección ante posibles actos turbios. Avila, que pudo haber sido también la prensa, al denunciar la oscura relación entre un seremi y contratistas, ha terminado desaforado, lo que es el inicio de una eventual condena.
Bajo los criterios de la Corte Suprema se inhibe la vigilancia que hace la ciudadanía, a través de la prensa o de sus representantes parlamentarios, de actos corruptos y abusos cometidos por el poder político. Pero no sólo lo inhibe ante la autoridad política, sino ante todo tipo de poder. A partir de ahora incluso un ciudadano cualquiera expuesto u observador de un abuso preferirá contenerse antes que denunciarlo. El derecho a la vida privada de un corrupto representante del poder, sea éste público o privado, tendría más valor que los derechos de defensa, a través de la denuncia, de la víctima. Extraño, muy extraño.
Bajo los criterios de la Corte Suprema se inhibe la vigilancia que hace la ciudadanía, a través de la prensa o de sus representantes parlamentarios, de actos corruptos y abusos cometidos por el poder político. Pero no sólo lo inhibe ante la autoridad política, sino ante todo tipo de poder. A partir de ahora incluso un ciudadano cualquiera expuesto u observador de un abuso preferirá contenerse antes que denunciarlo. El derecho a la vida privada de un corrupto representante del poder, sea éste público o privado, tendría más valor que los derechos de defensa, a través de la denuncia, de la víctima. Extraño, muy extraño.