WALDERBLOG - "El desvío de lo real"

jueves, marzo 09, 2006

Una pomposa y encuestada despedida


El presidente saliente se despide de los empresarios, en casa de éstos, y recibe elogios que debieran hacernos, a lo menos, sonrojar. Hernán Sommerville, que le había dicho el año pasado que sus empresarios lo amaban, ésta vez dice que Ricardo Lagos ha sido el presidente que mejor “ha vendido” a Chile en el exterior. No se trata de un lapsus linguae, sino que expresa nuestro espíritu empresarial, bien gestionado, sabemos, por los gobernantes, inspirado en la apertura comercial, en la inserción internacional, en lo que conocemos como globalización económica. No hace muchos años atrás –cómo nos cambia la vida- un elogio de esta naturaleza habría sido una ofensa de grueso calibre. Nadie quería vender la patria al mejor postor.


El actual presidente, que se va con un apoyo ciudadano del 70 por ciento, dicen las encuestas, aun cuando ha hecho un gesto más o menos similar con la CUT, no se ha despedido con el mismo ímpetu de quienes, aparentemente, son la base de este voluminoso apoyo. Ricardo Lagos valora más estas encuestas que el comportamiento de los pobladores, como ha quedado demostrado la semana pasada con el desesperado electricista que le aguó una inauguración, o con un grupo de mujeres deudoras habitacionales. En ambas circunstancias, Lagos prefiere escuchar los condescendientes sondeos al malestar que surge de la base social.

El discurso del éxito, replicado y amplificado por todos los funcionarios de gobierno, no debe atender a gruñidos, toses o lamentos. El discurso del triunfo está en las autopistas concesionadas, en los malls, en los créditos de consumo, en las decenas de TLCs, en las exportaciones de frutas y vinos. Que nadie venga ahora a hablar de pobreza, de la bestial desigualdad en la distribución de la riqueza. Que nadie se vista ahora de aguafiestas. Allí, señores, están las encuestas.