WALDERBLOG - "El desvío de lo real"

viernes, agosto 10, 2007

Aumento del salario mínimo: ¿Como maná del cielo?


¿Es posible subir el salario mínimo a 250 mil pesos, tal como dice la Iglesia católica chilena? Una propuesta para el mundo terrenal desde quienes administran el mundo celestial. Por tanto, como ha dicho la senadora Matthei, en una nueva expresión de su incontenible odio de clases, los curas no pueden, porque no tienen solvencia técnica, hacer propuestas en el mundo terrenal. Los curas están para preparar el camino a la trascendencia.

No es relevante que la propuesta venga o no venga desde la Iglesia. Sólo lo es en la medida que es –aún y pese a todo- una voz ética para una comunidad católica (así por lo menos se califica) como la chilena. Sólo a la Iglesia puede escuchar y acaso creerle sus discursos morales, aun cuando no me consta que la escuche en sus llamados a la abstinencia y al rechazo a los métodos anticonceptivos. Pero bien, en asuntos relacionados con el dolor de la pobreza y la desigualdad social, así como durante la dictadura lo fue el amparo a los perseguidos políticos, mantiene un status institucional. La misma Matthei a las pocas horas de tratar de ignorante en materias económicas al obispo Goic tuvo que controlar su ira y rectificar sus comentarios.

La senadora dijo que un aumento del salario mínimo en un cien por ciento, como propone el obispo, mandaría a la quiebra a la mayoría de las pymes. Una simple muestra de la realidad terrenal que la Iglesia parece desconocer. Y me atrevo a afirmar que sería así. Las pymes están ahogadas y arrinconadas por los oligopolios, que han venido recortándoles sus mercados. En el paraíso neoliberal, que es Chile, elevarle los costos a los pequeños talleres y comerciantes sería, sin duda, darles el golpe de gracia.

Lo que no ha dicho la senadora es que es el modelo de libre mercado desregulado, como lo califica el poeta Armando Uribe, es la causa del deterioro de las pymes y de la extrema desigualdad en los ingresos. Son las grandes cadenas, transnacionales y otros sectores con características monopólicas las que imponen en Chile el régimen de precios, salarios y costos.

No es que no se pueda elevar el salario mínimo. No se puede si se desea mantener el statu quo. Y mantenerlo, significa consolidar todas las contradicciones del modelo neoliberal. Mejorar el régimen de ingresos en Chile no será entregado a los trabajadores ni como maná que cae del cielo ni como una limosna empresarial. Sólo la organización social y nuevas conquistas sociales podrán alterar nuestro opaco panorama social basado en el mercado. Así ha sido la historia económica y social en Chile y en el mundo.