WALDERBLOG - "El desvío de lo real"

viernes, noviembre 25, 2005

Reaccionarios disfrazados de payasos


Hay estrategias que nos transparentan, pese a la ironía, el humor desembozado o a la misma estupidez. El uso de cualquiera de estos discurso, pese a la fuerza formal, siempre nos revelará los verdaderos contenidos e intenciones. Cuando el juez Carlos Cerda proceso a Pinochet el miércoles por el caso Riggs –lo que volvió a suceder el jueves, esta vez por el juez Montiglio y la sanguinaria Operación Colombo- hubo gente, que aún queda en Chile, que se ha sentido triste y levantan un oblicuo apoyo al dictador. No sólo personajes como el almirante y hoy senador vitalicio Martínez Bush (me parecía patético y también muy odioso oír ayer jueves a este hombre en su cínica y también estúpida defensa de Pinochet (porque sus argumentos eran simples y peregrinas opiniones), sino también parte de la prensa, lo que, en aspectos tan sensibles como éste, involucra no sólo al director del periódico, sino a editores y periodistas.

La portada del jueves de Las Ultimas Noticias, diario de farándula por excelencia y valuarte de la ironía, el humor y, por sobre todo, la estupidez, puso a una nieta de Pinochet defendiendo –cómo no –a su abuelo. Argumento: mi tata es inocente.

Una vez más en pocos días, este diario rebalsa su inspiración reaccionaria, de extrema derecha. La semana pasada, el mismo día del debate presidencial y tras conocerse los resultados de la encuesta CEP (posteriormente impugnada por sospechosa) que ubicaban muy mal a Michele bachelet, este diario tituló su portada con algo así como “Todo mal”, frase que días más tarde repetían y cantaban en la calle los brigadistas de Sebastián Piñera.

Con el pretexto del humor y la estupidez – Uy, que candor nos inspira la nieta de Pinochet-, este periódico intenta distraer la atención –restando, aligerando, trivializando- para incorporar e instalar en su audiencia –poco politizada, indecisa, y, por cierto, objetivo principal de las campañas electorales- un mensaje evidente reaccionario.

lunes, noviembre 21, 2005

La mutación de Bachelet


La idea de una mujer presidenta de Chile, que en poco más de un año se ha instalado bien en el imaginario nacional, representa, en una primera mirada, un quiebre con los tradicionales hábitos privados y públicos. Los privados, porque es aceptada por los potenciales electores y electoras en un país en que la mujer tuvo derecho a voto hace poco más de cincuenta años; los públicos, porque no sólo se le postula a un cargo tradicionalmente masculino, sino también porque en el resto de las instituciones persiste todavía una fuerte discriminación hacia la condición femenina. Son minoría en los ministerios, en los altos cargos de la administración pública, en el poder económico y político.

Michelle Bachelet repite, ahora con un discurso propio de las históricas reivindicaciones de género, que su ingreso a La Moneda será también un símbolo para el reforzar y cristalizar el poder de las mujeres. Desde el primer lugar de lo público irradiará un discurso permanente para corroer la discriminación, que es también maltrato y abuso.

Pero es probable que este proceso hacia La Moneda sea un trance transformador y Michelle Bachelet sufra mayores mutaciones, las que se añadirían a las que hemos observado en estos meses. Como ocurre en no pocos casos de mujeres en la primera línea política –desde la Thatcher a Condoleeza Rice- , la condición femenina se mimetiza con el poder político, el que es y ha sido históricamente masculino. Se trata de mujeres muy eficientes en el manejo del actual estado de las cosas, lo que es simplemente una mantención de las mismas estructuras de poder. Es la política del gatopardo operando a plena marcha.

Hay no pocas señales en esta dirección: desde su vestimenta formalizada, la contención de su sonrisa y su explosiva gestualidad, la modelación de su discurso. En todos estos casos lo que hay es un modulación desde actitudes propias de su feminidad a gestos propios del poder masculino en la política. El discurso tecnocrático que hoy exhibe Bachelet, es una clara señal de integración en el corazón del discurso del poder, el que, como decimos, ha sido y es masculino.

viernes, noviembre 11, 2005

Adiós Santiago

Qué tristeza me invade al conocer la muerte de Santiago Errázuriz. ¿Es más de la que sentimos cuando muere un chico de La Cisterna o El Bosque? No es el único joven en Chile enfermo de depresión. Era, por cierto, un joven deprimido del barrio alto, como lo han de haber por miles en todos los barrios de Santiago. ¿Por qué aparece en la prensa? Porque vivimos en la provincia mediática: una familia de cierta posición es capaz de movilizar a los medios, lo que no puede, bien lo sabemos, una madre pobre y desprotegida.

Me entristece lo de Santiago. Pero también –o tal vez más- la reacción de nuestra prensa, que se sube a cualquier evento de cierta popularidad. Me pregunto si la madre de Santiago, que empapeló la ciudad para buscar a su hijo, necesitaba que su muerte se convirtiera en un evento mediático. La prensa, una vez más, se alimenta de la muerte. ¿Hizo algo por salvarle la vida al chico?

Nuestra gran molotov


" Qui peût tenir et guérir la misére, sauf de polices et armeés puissants qui coexisten avec les democraties? Quelle social-democratie n'as pas donné l' ordre de tirer quand la misére sort de son territoire ou ghetto ? " G. Deleuze dans "Qu'est-ce que la philosophie " ( 1991 )

El Tercer Mundo en el Primer Mundo es la última novedad de la globalización. Por estas latitudes, lo que habíamos constatado eran zonas del Primer Mundo en nuestra soberanía tercermundista. La furia incendiaria de Francia ha derribado no sólo grandes mitos europeos, sino de la misma modernidad, con su democracia y proyecto cultural. Esos barrios pobres, que subsisten por el trabajo precario y la seguridad social, no se han integrado ni se integrarán a Europa, que, a partir de ahora, parece que ha tocado techo (o fondo).

El proyecto de la Unión Europea, por muy europeo e hijo de la Ilustración que sea, se ha estrellado con otra corriente cultural, tan occidental y europea como la génesis de la modernidad: el racismo, que, por cierto, marcó la historia europea del siglo XX. Las nuevas generaciones de los norafricanos nacidas en Europa, marginadas y despreciadas como las de sus padres seguirán segregadas en la pobreza bajo el estigma del racismo.

No podemos dejar de mirar hacia nuestra provincia, que es un gran suburbio como Clichy-sous-Bois. Un enorme ghetto donde el diez por ciento más rico se lleva como el ochenta por ciento de los ingresos. Aquí todos estamos en el suburbio. Y es una gran molotov en su trayectoria de vuelo.

martes, noviembre 08, 2005

Los descuadrados de Cuadra

El lenguaje no sólo expresa realidades, sino que crea realidades, dicen hoy desde filósofos a lingüistas. Y, sin ser tan académico, pero no por ello por ello poco profundo ni filosófico, el refrán popular nos dice que por la boca muere el pez, que se convierte, también sabemos muy bien, en un pescado. Algo así le ha sucedido al rector de la Universidad Diego Portales (UDP), Francisco Javier Cuadra, que ha sido –y será hasta que muera y después de su muerte- uno de los más conspicuos ministros de Pinochet al haber abierto la boca al Diario 7. Salió en defensa propia –dijo que mandó a detener a Ricardo Lagos para salvarle la vida- pero más le valía quedarse callado. Hasta aquel día, el que era portavoz de Pinochet durante los asesinatos de 1986, era la principal figura de esta universidad, institución en la que, suponemos, se guardan y desarrollan los valores intelectuales y éticos de nuestra cultura. Aquí estaba el ex ministro de Pinochet, guiando el destino de académicos y alumnos.

Algo les ha salido mal, lo que podría complicar los futuros negocios de esta privada institución. Hace un par de días escuchaba en la radio a la relacionadora pública de la UDP y su discurso no podía reflejar con más claridad el espírito que mueve a esta casa de estudios. La señora o señorita declaraba algo así: “la supuesta responsabilidad del rector en violaciones de derechos humanos puede generarle altos costos a la universidad en su imagen, lo cual afectará el posicionamiento de mercado y, eventualmente, puede generar futuras pérdidas en su participación de mercado y rentabilidad”. No dijo esto con exactitud, pero fue algo muy similar.

Bajo estos criterios de mercado y rentabilidad, propios de cualquier empresa privada, podemos comprender también la reacción de los profesores y alumnos, quienes sólo hoy se escandalizan del pasado de su rector. Una actitud bastante tardía, y por cierto cómoda, cuando se trata de profesionales y futuros profesionales que han de haber sabido con bastantes detalles en qué estaba Cuadra en 1986 y quién era su jefe. Es una actitud de acomodo en el nuevo escenario público y es también un temor a perder cierto prestigio, que se mide, finalmente, como rentabilidad profesional y económica.

jueves, noviembre 03, 2005

Perversión del espectáculo


El asunto, que no debe llamarse conflicto pese a la histeria e histrionismo –creo que Freud relacionó estas dos categorías- nos tiene sumergidos. El ministro del Interior nos dijo durante el último fin de semana de octubre que los chilenos podíamos estar tranquilos; que todo se resuelve por canales diplomáticos. Francisco Vidal hacía estas afirmaciones al mismo tiempo que retaba a Tomás Hirsch por no cerrar filas con las declaraciones del gobierno, que en materias limítrofes, tradicionalmente, siempre han de ser apoyadas, decía Vidal, por todo el país sin emitir comentarios. Estas alocuciones, que nos recuerdan a los temibles bandos militares, contienen, a lo menos, tres graves violaciones a cualquier norma democrática y de libertad de expresión.

Nuestro de por sí sobreactuado ministro ha superado esta vez su habitual histrionismo: de partida, ha llamado a la ciudadanía a estar tranquila (nos preguntamos de qué y por qué); en segundo lugar ha declarado que la controversia limítrofe con el Perú será resuelta por canales diplomáticos (volvemos a preguntarnos si él pensaba que hay otro modo de solventar estas diferencias) y en tercer lugar, que lo transparentó en su espíritu autoritario, censuró por tener otra opinión a Hirsch.
Una censura que tiene a lo menos dos objetivos: generar o amplificar el clima de tensión que surge de las complejas relaciones bilaterales con Perú y convertir la controversia en un asunto de estado bajo la égida del presidente Lagos, lo que –así lo demuestra trágicamente la experiencia política de la humanidad- puede elevar su figura en trances como éste a alturas épicas. En segundo lugar, y muy relacionado con el primer objetivo, es utilizar la controversia con intereses electorales, no solo minimizando a los contendores de derecha, quienes expresan en estas materias su apoyo irrestricto a Lagos, sino descalificando a quienes disientes con la postura de La Moneda. La molestia de Piñera y Lavín por la reunión a puertas cerradas entre Lagos y Bachelet expresó con claridad el uso electoral del embrollo diplomático por parte de la Concertación.

De esta lamentable panoplia comunicacional elevada por La Moneda, la que ha tenido como eje el fantasma de un conflicto bélico alimentado por las malogradas relaciones con nuestros vecinos, se han sumado las interpretaciones de los medios de comunicación, que han montado, en calidad de nuevo espectáculo, una seguidilla de despachos de un inminente frente militar apuntalados por un encendido nacionalismo. Este proceso, que se ha repetido en numerosas otras ocasiones y con nuestros otros dos vecinos, ha sido el efecto predecible y directo de las declaraciones, silencios, titubeos y oblicuas señales enviadas desde el gobierno. El Ejecutivo ha echado mano y amplificado uno de los grandes traumas nacionales no resueltos, el que se ha expresado en un atávico desprecio o rencor hacia nuestros vecinos. Es probable que en el Perú el gobierno de Alejandro Toledo y la clase política haga algo similar, pero aquí no se trata de la política del empate. Es un espectáculo que sólo tiene ganancia para las corrientes nacionalistas, aquellas alimentadas por las fuerzas armadas.

El histrionismo comunicacional de La Moneda no sólo es dañino: es también peligroso porque está ligado con aquel concepto de la política espectáculo: cada acción política construida para los medios ingresa en una espiral irrefrenable. Desde las citadas declaraciones de Vidal, la reunión en Cerro Castillo con altos mandos militares seguida minuto a minuto por los medios al dramatizado y aventurado circuito de Osvaldo Puccio por Buenos Aires y Brasilia en búsqueda de aliados desde el Atlántico. Una desesperada escalada comunicacional que tenía un solo sentido: generar un clima artificial de incipiente conflicto bélico.

La política espectáculo, que construye una realidad para ser consumida como espectáculo público tolera todo tipo de acciones y omisiones, las que son elaboradas y evaluadas bajo el concepto electoral o de rentabilidad política. Recordemos el reciente lanzamiento de la campaña del Sida, programa comunicacional que sólo consistió en su anuncio y en el efecto de tal anuncio. No hubo distribución de condones ni carteles masivos en calles y autobuses, probable y hábilmente ocultados para prevenir una mayor polémica con los poderes conservadores. La política de salud pasa a ser sólo un pretexto para modelar y abultar la ganancia electoral.